jueves, 3 de julio de 2008

para aprender a distinguir(nos)

Todas las personas tienen una cuota de tolerancia mensual. Pero nunca falta ése día en particular en la que la tolerancia quedó sobre la mesa de luz justo antes de salir y nos llevamos el mundo puesto. Justo ése día, odiamos al mundo y subestimamos al Otro. Somos conscientes de que ése día, no es el mejor día. Alguien debería avisar antes: "Hoy, no. Hoy estoy así".

Lo que no nos damos cuenta -al menos en el mismísimo momento- es que el Otro, es el que nos sirve el café, el que nos cobra el cospel o el que nos cuida el auto en el estacionamiento.

Y a veces uno se pregunta por qué el café vendrá tan espeso, por qué el chofer nunca tendrá los 60 centavos (o 10, en Tucumán) de vuelto o porque el auto tendrá ése maldito rayón que lo atraviesa desde el capot hasta el faro trasero.

Si nos subestimamos mutuamente, no creo -honestamente- que esto vaya a funcionar. Hagamos las paces, mejor.

*Conclusión: una mal cogida puede alterar el equilibrio social.

3 comentarios:

lola dijo...

Me mató la conclusión!
es así!
no mas vueltas que darle al asunto.

Anónimo dijo...

jajajaja
la imagen me encantooo

Anabel dijo...

Hay dias sospechosamente lights..
No hay que confiar en esos dias.

Un saludo, me voy a dormir
;)