- ¿Doctor? Quiero pedir un turno.
- Ya le dije Rosa: usted no tiene nada.
- ¿Doctor? Quiero pedir un turno.
- Rosa, por favor. Usted está sana.
- ¿Doctor? Quiero pedir un turno.
- Basta. ¡No tiene nada!
- ¿Doctor? Quiero pedir un turno.
- ¡No, no le voy a dar un turno!
- ¿Doctor? QUIERO PEDIR UN TURNO.
- ¡No! ¡Nada!
- Doctor, quiero pedir un turno.
- Ay, Rosa...
- ¿Doctor?
- Sí Rosa, querés pedir un turno.
Y así, por los siglos de los siglos.
jueves, 13 de marzo de 2008
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4 comentarios:
pobre rosa...nunca tendra su cita con el doc...
y si tienes razon hacerca de los exes
hé reído mucho con tu blog.
y me quedo para seguir riendo,
lo malo, es que pasan por mi dormitorio,
me ven mirando el monitos y riendo
a carcajadas, y murmura: "uh, loquito" ¬¬
ay rosa!
no es hipocondria, es sordera.
Besos sonoros
A.
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